EL ACOPIO. TIEMPOS DIFICILES.

EL ACOPIO. TIEMPOS DIFICILES.



Tiempos difíciles es una novela escrita en 1854, en plena época de la industrialización, está constituida por tres libros La siembra, La cosecha y El Acopio, en los cuales se va desarrollando una trama basada principalmente en la vida de la familia Gradgrind, sus valores utilitaristas y realistas, y en todo aquello que se relaciona con ellos; en tiempos difíciles podemos ver perfectamente reflejadas las condiciones sociales de la época en que fue escrito, siendo así la forma de vida de la clase obrera, la clase privilegiada, los banqueros los empresarios, un vistazo a la antigua aristocracia, y también un esbozo de los trotamundos. Dickens nos presenta en su obra una crítica bastante sutil sobre lo que para él fue perjudicial de la era industrial.
Centrándonos en El Acopio, el desenlace de la obra, en este tercer libro podemos observar unos aspectos bastante interesantes, vemos como los personajes evolucionan, se reconocen, se descubren, se trasfiguran, se reencuentran, entre ellos y/o consigo mismos, vemos como todos los personajes alcanzan su destino, su final, como todos reciben dependiendo sus acciones lo que merecen.
Lo primero que notamos y esto desde el último capítulo del Libro Dos, La Cosecha, es, como lo dice su título, “El Derrumbe” de Luisa, la vemos podríamos decir, estallar, correr a su casa y en infinita angustia contarle a su padre, el señor Gradgrind, cuan desdichada ha sido siempre, como su “sistema” de educación lo único que hizo fue reprimirle y de algún modo “mutilarle el alma”. A raíz de este hecho se desencadenan un sinfín de eventos, se mueven mil engranajes que dan paso a lo que hace de este tercer libro un brillante acopio.
Apreciamos un acercamiento entre Ceci, la hija del trotamundos acogida por el señor Gradgrind (quien juega en este tercer libro un papel importante) y Luisa, aunque más que un acercamiento podríamos decir que es un reencuentro puesto que ellas no han tenido contacto alguno desde que eran niñas.
Observamos un cambio sorprendente en el señor Gradgrind, le pide este perdón a su hija sintiéndose culpable de lo que vino a ser su desastre de sistema de educación basado en realidades y reprimiendo la imaginación, se torna más afectivo, menos seguro de sí mismo ya que ha fracasado en cuanto a su pensar de la vida, no todos son realidades.
Vemos como Josías Bounderby, aquel hombre que tanto se jactaba de ser un hombre que se había hecho solo, aquel fanfarrón de la humildad, es descubierto y puesto en ridículo, al descubrirse que baso toda “su vida” en una vil mentira, en un engaño.
Descubrimos la verdadera cara del mequetrefe, de Tom Gradgrind hijo, sus artimañas, sus engaños, su bajeza, su deshonor; como debido a él Esteban el obrero, dechado de virtudes, es culpado del robo al banco y perseguido por la ley, contando únicamente con el incondicional apoyo de su amada Raquel.
Y claro veremos también lo que depara el destino a otros personajes no menos importantes como la señora Sparsit, el señor Harthouse, Bitzer, el padre de Ceci, y otros que nos iremos encontrando en el trascurrir de la lectura.
Es de resaltar el cambio que se da en el señor Gradgrind, como su mundo perfecto de realidades se derrumba, su hija le confiesa su desdicha, su hijo es una vergüenza, y él en vez de sucumbir, aprende, reconoce, acepta, pide perdón, presta apoyo a sus hijos, evoluciona, comprende que se necesita algo más que realidades, se convierte en un hombre más abierto, incluso lo llegamos a ver sentado filosofando con Sleary, el líder de los trotamundos, de la gente del circo.
Para terminar y puesto que presento aquí solo unos esbozos, unas superficiales ojeadas, una mirada a vuelo de halcón de esta tan interesante obra, y esperando no haber arruinado su futura lectura al comentar algunos detalles, no me queda más que expresar mi entusiasta invitación a leer y releer esta. En mi opinión Tiempos Difíciles es sin lugar a duda una fascinante y original novela que hay que leerse.

Bibliografía.
DICKENS, Charles: «Libro tercero: El Acopio». En: Tiempos Difíciles. Bogotá: Oveja Negra, 1982. Pág. 255-340

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