DE LAS COLINAS DEL TÍBER AL DOMINIO MUNDIAL.

DE LAS COLINAS DEL TÍBER AL DOMINIO MUNDIAL.




Cuando leemos acerca de Roma, del Imperio Romano, del gran Imperio Romano nos hacemos a la idea de que este fue siempre poderoso, magnífico y sin límite. Nuestra imagen mental ligada a la palabra Roma, es esa vasta civilización, ese extraordinario Imperio que llegó a dominar casi toda Europa, parte de Asia y parte de África. Sin embargo todo tiene un inicio y Roma no nació siendo grande, de sus inicios podemos decir: existen dos relatos entretejidos y muy ligados al mito y a la leyenda, por un lado tenemos la leyenda de Rómulo y Remo, mellizos criados por una loba y fundadores de Roma y por otro lado tenemos la leyenda de Eneas, hijo de Anquises y Venus, que escapó de Troya, se asentó en Italia y se casó con Lavinia, hija del rey Latino.


Y tenemos, claro está, lo que nos puede decir la arqueología y toda la investigación al respecto de tan magnífica civilización y sus comienzos. Roma inició siendo un grupo de poblados fundados en las siete colinas junto al Tíber, este fue un emplazamiento estratégico y ventajoso gracias a la geografía escarpada y frondosa, al clima de la época y, por supuesto, a los beneficios que traía consigo el propio río, el conjunto de estas características contribuyo notablemente en la historia del Imperio. Entonces, en sus orígenes, fueron solo poblados aislados que decidieron, después de un tiempo, unificarse al rededor de una fiesta religiosa y más tarde se fundieron en una ciudad, con el foro en su centro y protegida por un terraplén.


A partir de aquí y con algunas incursiones de las leyendas anteriormente nombradas, se empieza a formar una cultura, una ciudad, unas reglas, una nueva fase de aprendizaje y crecimiento.


Roma no era muy religiosa en sus inicios, su religión estaba basada en la familia y poseía un panteón con muy pocos dioses, pero a medida que fue interactuando con otras culturas, fue absorbiendo parte de estas, incluyendo sus dioses.


Una nueva etapa para Roma viene después de la abolición de la monarquía, nace la República, y Roma se convierte tras muchas guerras, negociaciones, tratados, en dueña de Italia, se vuelve ambiciosa, quiere expandirse más y se enfrenta a Cartago, Aníbal es fuerte y la lucha es dura, muchas guerras, muchas batallas, victorias para unos, derrotas para otros, pero al final Roma salió vencedora y Cartago pasó a ser la provincia romana de África. Pero Roma quería más, quería Oriente, Egipto, Siria y Macedonia, los tres grandes reinos helenísticos. Egipto cedió después de mucho y reconoció la soberanía romana. Y Roma tenía ahora provincia también en Asia.


La historia de Roma es la recopilación de un sin fin de guerras, grandes y pequeñas, de conquistas, de tratados, de batallas, de traiciones, de asesinatos, de lucha por el poder, por expandir el Imperio y por sumarle ciudades a este.


Violencia y terror, poder y más poder, Roma pasó de mano en mano mediante diferentes estratagemas que incluían todo lo imaginable. Pompeyo, Cesar, Antonio, Cleopatra, Octavio, no solo hombres tuvieron algo que ver con el vasto Imperio Romano y las decisiones de cada uno hicieron de éste lo que fue.


Mas no fue sino hasta el año 27 antes de Cristo que Roma, hasta el momento República, vino a ser Imperio y puso su gobierno bajo un solo hombre, El Emperador, el primero, Octavio, a partir de ese momento, Augusto.


Se instituyó el gran ejército imperial, como instrumento político, y no solo de guerra, y con Augusto se deparó al imperio seguridad, paz y prosperidad en el interior. Queda gustando la idea de Imperio, y se busca que ésta continúe, nuevos asesinatos y conspiraciones son urgidas en aras del poder.
Roma pasará por nuevas etapas, conoce la Anarquía, gana aliados y enemigos y pasa por mas guerras, absorbe elementos de las culturas que arrasa y sigue cambiando, llega la peste, llegan las invasiones bárbaras, mas guerras. Roma rechazo invasiones de alemanes, godos y vándalos, pero la insistencia de estos la obligo a reedificar murallas y fortificaciones casi olvidadas durante la larga paz imperial.


Después de unos cuantos asesinatos más, de cambios de mano en el poder, de accidentes y levantamientos en armas por parte de los soldados, la victoria y la autoridad sobre todo el Imperio recayó sobre Diocleciano.


Algo que no se puede olvidar en la historia de Roma, es la reforma que hizo Diocleciano en el Imperio, esta permitió que el Imperio existiera casi dos siglos más en el Oeste y un milenio mas en el Este, bajo el nombre del Imperio Bizantino.


Y aún en el colectivo de la humanidad queda la idea del Imperio de Europa unificada, de la supremacía del derecho y de muchos conceptos que nacieron con Roma, con el Magno Imperio Romano.

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