DE LA FANTASÍA COMO REALIDAD DEL PENSAMIENTO HUMANO.

DE LA FANTASÍA COMO REALIDAD DEL PENSAMIENTO HUMANO.

La Fantasía es una cualidad inherente al ser humano, hace parte fundamental de la capacidad imaginativa y a su vez la Imaginación es un componente indiscutible de la Razón.

La posibilidad y la libertad del pensamiento en el ser humano son una verdad irrefutable, es un derecho que poseemos y que además, puede ser creado y recreado a través de la imaginación. La función creadora de ésta pertenece al hombre común, dista de ser exclusivo de poetas, escritores, cuentistas o grandes literatos. A través de la historia encontramos inventos y creaciones producto de una imaginación libre, una imaginación que aflora y se traduce en el proyecto de un objeto útil para la sociedad. Miremos como al observar el vuelo de las aves, con el uso de otras herramientas el ser humano ha creado medios de transporte, que además de acortar distancias siguen creando, convirtiéndose en un círculo imaginativo productivo para la humanidad. “La función creadora de la imaginación pertenece al hombre común, al científico, al técnico; es esencial para los descubrimientos científicos como para el nacimiento de la obra de arte; es una condición necesaria de la vida cotidiana…” (RODARI, 199)

La fantasía permite abarcar lo maravilloso y lo insólito, puede partir de una realidad concreta que es trasformada o simplemente de una creación que de acuerdo a sus cualidades y adjetivos crea una narrativa, dando al lector la posibilidad de transportarse con su propia capacidad, visualizar y gozar de escenarios plasmados en unas letras concretas permitiendo así convertir en hechos el derecho a la lectura fantástica. “Cuando en literatura se habla de realismo, a veces se olvida que la fantasía forma parte de esa realidad, porque, como ya he dicho, nuestros sueños, nuestros deseos y nuestra memoria son parte de la realidad. Por eso me resulta tan difícil desentrañar, separar imaginación y fantasía de las historias más realistas, porque el realismo no está exento de sueños ni de fabulaciones..., porque los sueños, las fabulaciones e incluso las adivinaciones pertenecen a la propia esencia de la realidad.” (MATUTE, 4)

Contrariamente a lo planteado, durante mucho tiempo ha sido considerada la fantasía como una forma de evadir la realidad, resaltando que es usada por los niños quienes en la formación de su pensamiento concreto y alimentado por la estimulación del medio y la cultura crean sus propios e imaginarios personajes con los cuales interactúan. “Existe una relación de tipo natural, porque los niños son seres humanos y los cuentos son algo connatural a la sensibilidad humana (aunque no tenga por qué ser universal).” (TOLKIEN, 55)

Al nombrar cuentos de hadas se remite inmediatamente el pensamiento a los cuentos para niños, a la infancia, se dice que al llegar a cierta edad se deja de leer literatura fantástica, mas la fantasía es necesaria en cualquier etapa de la vida, crecer no es dejar de creer “No perder la inocencia y la ilusión, sino progresar en la ruta marcada, en la que ciertamente es mejor llegar que viajar esperanzados, aunque hayamos de viajar esperanzados si queremos llegar.” (TOLKIEN, 58)
La literatura fantástica, aquella a la que se le llama cuentos de hadas, cuentos para niños, se halla mal denominada en este sentido, se relegó a esa sección de literatura infantil un gran numero de obras que ciertamente no fueron escritas para ellos (los niños) “Y entonces, como una rama más de un arte auténtico, los niños pueden tener la esperanza de que se les escriban cuentos, cuentos a su medida; como acaso esperan disponer de adecuadas introducciones a la poesía, la historia y la ciencia. De todas formas, siempre es preferible a que algunas de las cosas que lean, en particular los cuentos de hadas, sobrepasen su capacidad y no se les queden cortos. Los libros, como la ropa, no deben estorbar el crecimiento; los libros deben, cuando menos, alentarlos.” (TOLKIEN, 59)

La fantasía es uno de los procesos cognoscitivos superiores que nos permiten diferenciarnos de los animales irracionales, cumple una función imprescindible en nuestras vidas, nos permite rectificar la realidad insatisfactoria y realizar sueños inconclusos, constituye el grado superior de la imaginación, capaz de dar forma sensible a las ideas y de alterar la realidad, hacer que los animales hablen, las escobas vuelen, las cosas aparezcan y desaparezcan por arte de magia. De esta misma manera la fantasía permite recuperar la esperanza y la ilusión en momentos de tragedia, de dolor, de sufrimiento, de hambre y de muerte; “Porque la Fantasía creativa se basa en el amargo reconocimiento de que las cosas del mundo son tal cual se muestran baso el sol; en el reconocimiento de una realidad, pero no en la esclavitud a ella.” (TOLKIEN, 69) es por esto y mucho más que podemos afirmar que la fantasía es el último reducto de la libertad humana.
La Fantasía propone una mirada nueva para las mismas viejas cosas “La función propia de la imaginación es la visión de realidad y posibilidad que no pueden mostrarse en las condiciones normales de la percepción sensible. Su objetivo es el de penetrar con claridad en lo remoto, lo ausente, lo oscuro. No solo la historia, la literatura, la geografía, los principios de las ciencias sino también la geometría y la aritmética contienen una gran cantidad de temas sobre los que tiene que obrar la imaginación para ser comprendidos…” (RODARI, 204)

Así, en el plano laboral es imposible empezar un trabajo sin antes imaginar su resultado. La fantasía es tan importante para construir una mesa como para escribir un cuento, pues ambos requieren ser planificados por anticipado, para obtener el mismo resultado que se concibió por medio de la imaginación; un aspecto que es indispensable en lo artístico, científico, literario, musical y porque no decirlo en todas las actividades en que interviene la capacidad creativa; así podemos afirmar que sin la fantasía es imposible cualquier conocimiento humano. “La Fantasía se saca del Mundo Primario, pero un buen artesano ama sus materiales y posee el conocimiento y la intuición de la arcilla, la piedra y la madera que solo el arte de trabajarlos puede proporcionar.” (TOLKIEN, 74)

El desarrollo del pensamiento, en el paso del pensamiento concreto al abstracto, el uso de la imaginación recrea y confronta la realidad, el ser humano usa la fantasía, dándole cualidades particulares a su realidad, creando y recreando personajes con adjetivos enriquecidos por su mundo interno, externo y la interpretación que hace de su propia realidad. Así encontramos que la fantasía puede variar entre mayor o menor contenido se posea en el pensamiento, más siempre está presente. “La Fantasía es una actividad connatural al hombre. Claro está que ni destruye ni ofende a la Razón. Y tampoco inhibe nuestra búsqueda ni empaña nuestra percepción de las verdades científicas. Al contrario. Cuanto más aguda y más clara sea la razón. Más cerca se encontrará de la Fantasía. Si el hombre llegara a hallarse alguna vez en un estado tal que le impidiese o le privase de la voluntad de conocer o percibir la verdad (hecho o evidencias), la Fantasía languidecería hasta que la humanidad sanase. Si tal situación llegara a darse (cosa que en absoluto se puede considerar imposible) perecería la Fantasía y se trocaría en enfermizo Engaño.” (TOLKIEN, 69)

Resumiendo “la fantasía es, como muchas otras cosas, un derecho legítimo de todo ser humano” (J.R.R TOLKIEN) pues a través de ella se obtiene una completa libertad y satisfacción.

BIBLIOGRAFÍA.

· BARTHES, Roland. El Placer del texto. Siglo veintiuno editores, México, 1987.

· DILTHEY, Wilhelm. Literatura y Fantasía. Fondo de cultura económica, México, 1963.

· GRASSI, Ernesto. El Poder de la Fantasía. Traducción de Jorge Navarro. Anthropos Editorial, Barcelona, 2003.

· MATUTE, Ana María. En el bosque. Defensa de la fantasía. Discurso de ingreso en la Real Academia Española de la Lengua.
http://www.aragonesasi.com/casal/matute/matute01.htm

· MONTAÑÉS, Andrés. “Sólo un simple individuo en un mundo enorme: El Hobbit, el lector y el mundo de fantasía.” En: Monografías meritorias en Literatura #8. Universidad de los Andes, Bogotá, 2005.

· RODARI, Gianni. Gramática de la fantasía. Traducción de Alessandra Merlo. Panamericana Editorial, Bogotá, 1999.

· TOLKIEN, J.R.R. “Sobre los cuentos de hadas”. En: Árbol y hoja. Minotauro, España, 2002.