HISTORÍA DEL CAFÉ, CRONOLOGÍA Y EXPANSIÓN.

HISTORÍA DEL CAFÉ, CRONOLOGÍA Y EXPANSIÓN.

La historia del café, como muchas otras, está rodeada de leyendas enfocadas a determinar su fecha y lugar de origen, la más conocida de estas nos sitúa en lo que es ahora Etiopia y en el año 1400, donde un pastor llamado Kaldi, notó un día que sus cabras se comportaban extrañamente después de haber ingerido la fruta de cierto arbusto. Las cabras estaban muy excitadas y llenas de energía.  Kaldi decidió probarlas también y al cabo de un rato también se sintió henchido de energía, así que llevó algunos frutos, como cerezas rojas, de ese arbusto a un monasterio, para contarles a los monjes lo que había descubierto. Allí le contó al Abad lo que había visto en sus cabras y lo que había sentido después de haber comido dichas cerezas. El Abad decidió cocinar las cerezas y hacer una infusión con ellas pero el resultado fue una bebida muy amarga así que la arrojó de inmediato al fuego, para desecharla. Al caer estas a la hoguera empezaron a tostarse y al cabo de un rato emanaba de esta un aroma delicioso que hizo reconsiderar al Abad así que este tomo las semillas o granos tostados y los molió y con estos preparó una infusión que esta vez resulto ser bastante agradable para el olfato y el paladar. Los monjes dándose cuenta que esta bebida les daba energía para resistir las largas jornadas de oración extendieron la noticia de monasterio a monasterio, convirtiéndose la nueva bebida en una de muy alta demanda para el mundo musulmán.

Dejando a un lado la leyenda, los datos y hechos dicen que el café se originó en Abisinia, ahora Etiopia y hay presencia confirmada de este alrededor del Mar Rojo para el año 700. Antes de que apareciera como tal la bebida que conocemos ahora como café, hay evidencia de tribus africanas que consumían unas bolas energéticas elaboradas a partir de grasa animal y granos de café y bebían un “vino” destilado a partir de la pulpa de las cerezas del café. Primero se consumió el café como comida, luego como vino y luego como medicina, mucho antes de que se descubriera (probablemente por accidente mediante un suceso como el de la leyenda de Kaldi) la deliciosa bebida que hoy conocemos hecha a partir de los granos tostados de café. La bebida como tal apareció en algún momento entre el año 1000 y 1200, probablemente en Arabia. Y para el final del siglo XIII los musulmanes tomaban café casi religiosamente. A donde sea que fuera el Islam, iba el café. El primer cultivo masivo de café fue en el área de Yemen entre los 1250 y los 1600. Y las primeras “torrefactoras” fueron hogueras controladas, en Turquía. El papel que jugaron los pueblos de religión y cultura musulmana, particularmente los árabes, en la difusión del consumo de café y su cultivo fue muy importante. El comercio del café fue celosamente guardado por los árabes y por mucho tiempo mantuvieron en secreto la bebida y protegieron las plantaciones de los ojos de otros países y culturas, tanto así que hasta 1600 no existía café fuera de África o Arabia y el principal productor era Yemen. La primera “tienda de café” conocida fue inaugurada en la antigua Constantinopla, hoy Estambul, en 1475. El café pronto se volvió parte de la vida social y las tiendas de café  se multiplicaron rápidamente, en un par de años había cientos por toda la ciudad. Las casas o tiendas de café en Turquía pronto fueron conocidas como “Escuelas de Sabiduría” porque la gente iba allí a escuchar a la gente hablar, a hacer tertulia, a jugar ajedrez, a escuchar a los relatores y artistas, todo alrededor de una taza de café, y en general se podía aprender muchísimo. A mediados del siglo XVI, el café se bebía ya en Egipto, Siria, Persia y Turquía, y las tiendas  de café podían ser encontradas en ciudades de Medina, El Cairo, Bagdad, Alejandría, Damas y Estambul. Para esa misma época, Soliman el Magnífico y sus guerreros otomanos (la Armada Turca) introdujeron la bebida entre los habitantes de los Balcanes, Europa Central, España y Norte de África.

En los inicios del siglo XVII, el consumo de café fue llevado de Turquía a Europa. Entró por el puerto de Venecia en Italia, donde se recibió el primer cargamento de café verde para Europa y la primera coffee house allí, Caffè Florian fue inaugurada en 1683. El café se conoció en Venecia y Marsella durante la primera mitad del siglo pero no había aun comercio de granos. Inglaterra, a pesar de ser una nación famosa por tomar té, fue la primera nación Europea que abrazo los placeres de “beber café” y  sus bases comerciales. La primera coffee house fue en Oxford en 1650 donde fue inaugurada por un Judío Turco llamado Jacob. En Londres el primer coffee house de cientos fue inaugurado en 1652. El embajador del Imperio turco Otomano, a la corte de Luis XIV en Paris convirtió el café en una moda en la Alta Sociedad de Paris alrededor de 1669. Como dictaba la costumbre turca el invitaba a una taza de café a todo aquel que lo visitaba e insto al Rey a hacer lo mismo pero este prefería el chocolate caliente. El primer café de Paris fue inaugurado en 1686. En 1670 se abrió el primero de Berlin. A Viena llego en 1683 con la guerra con los Turcos.

 Se difundió el consumo por toda Europa y surgieron tantos coffee house que entre el siglo XVII y XVIII había más que los que hay hoy en día. Las tiendas de café eran lugares súper populares donde se reunían artistas, intelectuales, comerciantes, banqueros, hombres de negocios, y políticos. La charla era entretenida y se tocaban todos los temas imaginables. Cuando se hicieron populares en Inglaterra se les llamo “Universidades de Penique”, porque el precio de un café era un penique y se decía que en una tienda de café un hombre podía adquirir más conocimiento útil que leyendo el solo un montón de libros durante todo un mes. En los cafés de Paris nació la revolución Francesa y en los famosos cafés de Londres, Paris y las grandes ciudades nacieron las ideas de los grandes inventos, composiciones, y teorías científicas de la época.

La fiebre del café se expandió por toda Europa en el siglo XVII y los franceses introdujeron el café al Nuevo Mundo en 1715. Y en 1822 Louis Bernard Rabaut, francés, invento una máquina que forzaba a pasar el agua caliente a través del café molido usando vapor, en vez de simplemente regar el café con agua por encima. Había nacido la primera máquina de espresso. El café cruzó el Atlántico en 1689, con la apertura del primer establecimiento en Boston. La bebida ganó popularidad y obtuvo el rango de bebida nacional, después de que los rebeldes lanzaron al mar el té sobretasado por la corona británica durante el motín del té en Boston. Esta operación clave se preparó en la cafetería Dragón Verde.
El café alcanzó su completa aceptabilidad social en el siglo XVIII. Pronto los grandes cultivos se desplazaron a Ceilán e Indonesia, consolidándose posteriormente en América del Sur. El café comenzó a cultivarse en las colonias inglesas, en particular en Ceilán, pero las plantaciones fueron devastadas por una enfermedad y finalmente sustituidas por plantaciones de té. En 1696, los holandeses lo hicieron cultivar en Indonesia y en Java. En 1714, el capitán de infantería Gabriel Mathieu de Clieu ocultó un esqueje de una planta de café ofrecida por Holanda al rey Luis XIV de Francia y conservada en los invernaderos reales para establecerlo en las cuestas del Monte Pelée en Martinica y en Santo Domingo. Cincuenta años más tarde, se cuentan 19 millones de plantas en Martinica. La primera plantación en Brasil se estableció en 1727. Su industria dependía de la práctica de la esclavitud, que se suprimió en 1888. Las primeras semillas de café se llevaron a Colombia de las Antillas Francesas, y los primeros cultivos en pequeña escala se registraron en los últimos tiempos coloniales, sobre todo en el departamento del Magdalena, en 1785. Cuando el café alcanzó las colonias estadounidenses, no tuvo inicialmente tanto éxito como había tenido en Europa, ya que los colonos lo veían como un pobre sustituto del alcohol. Sin embargo, durante la Guerra de la Independencia, la demanda de café aumentó hasta tal punto que los distribuidores tuvieron que agrupar las escasas existencias y subir los precios drásticamente; parte de ello se debió a la disponibilidad reducida de té de los mercaderes británicos. El consumo de café entre los estadounidenses aumentó durante principios del siglo XIX, tras la Guerra de 1812, que había acabado con el acceso a las importaciones de té, y la gran demanda durante la Guerra de la Independencia, así como muchos adelantos en la tecnología para la elaboración de la bebida cimentó la posición del café como un producto diario en Estados Unidos.

En Colombia las primeras plantaciones a mediana escala se registraron en 1808 en Cúcuta y en 1813 Ignacio Ordóñez de Lara fue el primero en contar con un cultivo de 7.000 palos de café. En la región del Cundinamarca fue Tyreel Moore en 1867 quien estableció los primeros cultivos y Mariano Ospina Rodríguez en el departamento de Antioquia. En el Departamento de Caldas en el llamado eje cafetero colombiano los responsables fueron Eduardo Walker en jurisdicción de La Cabaña y Antonio Pinzón en el Águila y para 1890 el café se constituye en base de la economía regional. En 1886 Simón López lo extendió a la ciudad de Pereira de donde partió la expansión del cultivo a zonas del Quindío y al Valle del Cauca. En España, a finales del siglo XIX y principios del XX, también los intelectuales comenzaron a reunirse en cafeterías, algunas de las cuales a día de hoy son auténticas instituciones: Café Gijón (Madrid, 1888), Café Novelty (Salamanca, 1905) o el Café de Fornos (Madrid, 1907) entre otros.

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